La hermana María Sirenia, superiora de la Congregación en CDMX invita a la comunidad a visitar el teimplo pasada la pandemia, y ganar la indulgencia plenaria.
Las hermanas Misioneras Eucarísticas de Nazaret, también conocidas como las “Nazarenas”, inician el año con un mensaje de esperanza para la comunidad arquidiocesana, entusiasmadas por la decisión de la Santa Sede de extender hasta mayo del 2022 el Año Jubilar que la Penitenciaría Apostólica concedió a la congregación con motivo del centenario de su fundación.
El Jubileo por los cien años de la fundación de las “Nazarenas” fue abierto en plena pandemia el 3 de mayo de 2020, con el plan original de concluirlo justo el día de su centenario (3 de mayo de 2021). Sin embargo, debido a que el confinamiento ha complicado las visitas a capillas e iglesias de la congregación, tanto en Europa como en Latinoamérica, la Santa Sede decidió ampliarlo hasta el 3 de mayo de 2022.
Las “Nazarenas” en México
La congregación de las Misioneras Eucarísticas de Nazaret fue fundada por san Manuel González el 3 de mayo de 1921, en Málaga (España). Más de medio siglo después, en 1977, llegó a México el primer grupo de religiosas “Nazarenas”, mismas que se establecieron en Ecatepec (Estado de México). Poco después se trasladaron a la Diócesis de Tacámbaro (Michoacán), donde aún se encuentra una de las dos comunidades.
En 1984, en la capital del país, el entonces Arzobispo de México, don Ernesto Corripio Ahumada, encomendó a la congregación de las “Nazarenas” la administración de la Capilla Nuestra Señora del Pilar (La Enseñanza), donde la segunda comunidad actualmente desarrolla su labor pastoral y misionera.
La ampliación del Jubileo, un oasis de esperanza
Sobre la decisión de Roma de ampliar el Jubileo por el 100 aniversario de su fundación, la hermana María Sirenia Delgado, superiora de las “Nazarenas” en la Ciudad de México, señala que dicha determinación se presenta como un oasis de esperanza en medio del sufrimiento que hoy vive la humanidad.
“Y es que la realidad actual está golpeando la vida de todas las personas -señala-; así que, para evitar que pierdan la fe, es momento de buscar medidas que lleven a todos a experimentar fuertemente su condición de hijos amados de Dios. Es momento de reconstruir y, como el buen pastor, buscar a las ovejas, vendar sus heridas, cargarlas en hombros y llevarlas al único lugar seguro: Jesucristo”.
La labor de las “Nazarenas” en tiempo de pandemia
En tiempos de normalidad, las “Nazarenas” desarrollan su labor en el campo de la catequesis, la liturgia, las misiones eucarísticas, la pastoral social, y la administración de capillas, librerías y casas de retiro. Además, asisten adonde los sacerdotes u obispos las solicitan, y atienden a toda persona que acude a ellas buscando escucha y orientación, todo con el fin de “eucaristizar”; es decir, acercar a la gente a Jesús en el misterio eucarístico, a ejemplo de su fundador.
Pero en este tiempo, particularmente difícil para el encuentro, las hermanas Misioneras Eucarísticas de Nazaret han tenido que usar la creatividad pastoral para intensificar la cercanía y la solidaridad con las personas más necesitadas y afectadas por la pandemia.
“Las plataformas digitales -señala la hermana María Sirenia- han sido una herramienta de ayuda para seguir acercando a la comunidad a Jesús Eucaristía. Incluso nos ha favorecido en el sentido de que tenemos ahora un alcance más amplio”.
Para ganar la indulgencia plenaria por el Año Jubilar
Originalmente, para obtener la indulgencia plenaria en este Año Jubilar, se había considerado como una de las condiciones visitar alguno de los cuatro “templos jubilares”, todos en España. Sin embargo, debido a la pandemia mundial, además de ampliar el jubileo hasta el 2022, la Penitenciaría Apostólica determinó considerar también como “templos jubilares” las capillas e iglesias de la congregación en los demás países europeos y latinoamericanos.
Por tal razón, la hermana María Sirenia invita a los fieles de la Arquidiócesis de México a que, en cuanto las circunstancias sanitarias lo permitan, visiten la Capilla Nuestra Señora del Pilar (La Enseñanza), organizándose en grupos pequeños, a fin de ganar la indulgencia plenaria.
“No duden en contactarnos y con gusto los recibimos. Será una alegría y ya, de antemano, les decimos a todos: ‘¡Bienvenidos!’”.
Capilla Nuestra Señora del Pilar (La Enseñanza), Donceles 102, colonia Centro.
Fuente: Desde la fe