En el Ángelus, el Santo Padre explicó la lógica de la Eucaristía que sana nuestras fragilidades.
En Italia este domingo se celebra la Solemnidad de Corpus Christi, por ello, el Papa Francisco en su mensaje previo al Ángelus habló de la Eucaristía como una medicina que nos ayuda a salir de nosotros mismos para ayudar a los demás en su fragilidad.
El Santo Padre afirmó que “Jesús nos da el mayor sacramento” en la Eucaristía con “un gesto humilde de donación, de compartir”.
Lo hizo en la culminación de vida. “De este modo, Jesús nos muestra que el objetivo de la vida es el donarse, que lo más grande es servir”
En la Eucaristía “encontramos la grandeza de Dios en un trozo de pan, en una fragilidad que desborda de amor y de compartir”, dijo el Papa Francisco a los peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro.
Puedes leer: ¿Cuáles son los 7 Sacramentos de la Iglesia? El Papa te lo explica
Por ello, la palabra que destacó es fragilidad.
“Jesús se hace frágil como el pan que se rompe y se desmigaja. Pero precisamente ahí radica su fuerza. En la Eucaristía la fragilidad es fuerza: fuerza del amor que se hace pequeño para ser acogido y no temido; fuerza del amor que se parte y se divide para alimentar y dar vida; fuerza del amor que se fragmenta para reunirnos en la unidad”
La Eucaristía nos da fuerza de amar al que se equivoca
El Santo Padre explicó que “hay otra fuerza que destaca en la fragilidad de la Eucaristía: la fuerza de amar a quien se equivoca”.
Fue en la noche en que Jesús fue traicionado que dio a sus discípulos el Pan de Vida.
“Nos hace el mayor regalo mientras siente en su corazón el abismo más profundo: el discípulo que come con él, que moja su bocado en el mismo plato, lo está traicionando”.
Ante esto, Jesús reacciona al mal con un bien mayor.
“Cuando recibimos la Eucaristía, Jesús hace lo mismo con nosotros: nos conoce, sabe que somos pecadores y que cometemos muchos errores, pero no renuncia a unir su vida a la nuestra”.
Esto ocurre porque sabe que lo necesitamos, aseguró el Santo Padre, “porque la Eucaristía no es el premio de los santos, sino el Pan de los pecadores”. Y “cada vez que recibimos el Pan de Vida, Jesús viene a dar un nuevo sentido a nuestras fragilidades”.
“Nos recuerda que a sus ojos somos más valiosos de lo que pensamos. Nos dice que se complace si compartimos con Él nuestras fragilidades. Nos repite que su misericordia no teme nuestras miserias”.
La Eucaristía es medicina eficaz contra el egoísmo
El Papa destacó que Dios “nos cura con amor de aquellas fragilidades que no podemos curar por nosotros mismos”:
“La de sentir resentimiento hacia quienes nos han hecho daño; la de distanciarnos de los demás y aislarnos en nuestro interior; la de llorar sobre nosotros mismos y quejarnos sin encontrar la paz”
“La Eucaristía es una medicina eficaz contra estas cerrazones. El Pan de Vida, de hecho, cura las rigideces y las transforma en docilidad. La Eucaristía sana porque nos une a Jesús: nos hace asimilar su manera de vivir, su capacidad de partirse y entregarse a los hermanos, de responder al mal con el bien”.
“Nos da el valor de salir de nosotros mismos y de inclinarnos con amor hacia la fragilidad de los demás. Como hace Dios con nosotros”.
Para concluir con su mensaje previo al Ángelus, el Papa Francisco habló a los fieles reunidos en la plaza de San Pedro sobre “la lógica de la Eucaristía”, es decir, que a través de ella podemos recibir “a Jesús que nos ama y sana nuestras fragilidades para amar a los demás y ayudarles en sus fragilidades”.
Fuente: Desde la fe